viernes, 29 de enero de 2016

psicomotricidad gruesa

Psicomotridad gruesa 

En la motricidad gruesa encontramos los ejercios y movimientos motrices que uno puede realizar con los grandes grupos de músculos como las piernas, los brazos o la cabeza. En esos movimientos intervienen los principales grupos musculares del cuerpo. Habilidades propias de la motricidad gruesa son, por ejemplo:
  • Andar y correr
  • Gatear
  • Saltar
  • Escalar
  • Estar de pié
  • Hacer señas
  • Balancearse
  • Ir en bicicleta
  • Nadar  
Importancia 
La motricidad gruesa es una parte muy importante del desarrollo infantil, puesto que para el futuro desarrollo de la motricidad fina, es necesaria una buena base de motricidad gruesa. Solo un niño que haya desarrollado suficientemente su motricidad gruesa será capaz de aprender sin problemas las habilidades propias de la motricidad fina como escribir o atarse los cordones del zapato.
Un desarrollo motriz apropiado para la edad del niño es especialmente importante en el ámbito de la motricida gruesa, puesto que el estado de desarrollo afecta directamente otros ámbitos de la vida del niño.   
Juegos  
  • untería con las latas: Coloca unas cuantas latas vacías y limpias en forma de pirámide y coloca al niño un poco alejado. Con una pelota debe tirar las latas. Esto entrena la coordinación y el control de la fuerza.
  • Coger: Agarrar o capturar objetos, este tipo de juegos trabajan la fuerza y la resistencia además de la coordinación, elementos importantes de la motricidad gruesa.
  • Globo: Con un globo pueden hacerse grandes cosas. Puedes jugar con el niño a lanzar y atrapar el globo, o a golpearlo hacia arriba. Puesto que un globo es bastante más lento que una pelota hay más tiempo de reacción, ¡podéis intentar jugar al tennis con el globo!
  • Parques: Lleva a tu niño al parque tan a menudo como te sea posible. En un parque infantil hay muchas actividades por hacer, y es un espacio abierto y por tanto emocionante y bueno por el aire fresco. Correr y saltar por el parque le peermite desarrollar mucho la motricidad gruesa, especialmente el equilibrio.
  • Hacer equilibrios: Procura aprovechar cualquiera oportunidad para que el niño juegue y practique su motricidad gruesa. Un muro bajo o un tronco caído en el bosque son perfectos para que haga equilibrios cruzándolos de un lado a otro.
  • Saltar charcos: También la lluvia es apropiada para trabajar la motricidad gruesa de los niños. ¿A ver quién puede saltar los charcos sin mojarse los piés...?  



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